En mi anterior
artículo, tras analizar las instituciones nacidas al calor del nuevo régimen,
llegué a la conclusión de que no habían sido creadas para repartir el poder
sino todo lo contrario, para favorecer su concentración. Y sospechaba que otro
tanto habría ocurrido con las instituciones económicas; es decir, que en lugar
de crearse para repartir la riqueza, estuviesen diseñadas para favorecer que
esta se concentrase en pocas manos.
Con esta sospecha
en mente inicié mis pesquisas, intentando ver si los datos la confirmaban o la
echaban por tierra. Para ello me propuse analizar lo que en su momento
consideré los sectores más susceptibles de convertirse en élites extractivas, a
saber: El sector financiero (con la banca y las aseguradoras); el sector
energético (con las empresas eléctricas y las de hidrocarburos); el sector de
la construcción (con las grandes obras públicas y privadas) y, por último, el
sector de la comunicación y el entretenimiento.
Comencé a
recopilar información y a bosquejar unos cuantos esquemas y en un par de meses
la cosa se me había ido totalmente de las manos. Era una empresa mastodóntica e
ingobernable. De modo que me tuve que circunscribir a un sector para evitar la
terrible dispersión de tiempo y fuerzas que implicaba tener tantos frentes
abiertos, y me centré en el de la energía, que era el que ofrecía, por la
información que en aquel momento tenía, unos perfiles más nítidos.
Al cabo de otro
mes la documentación y los esquemas de mi nuevo empeño eran tan difíciles de
manejar como los del anterior, de modo que volví a acotar el terreno y esta vez
me centré exclusivamente en el sector eléctrico, que a priori ofrecía mejores
perspectivas de llegar a buen puerto. Pero tres meses después, en pleno mes de
julio, seguíamos en medio del océano sin tener ni rastro de tierra firme.
Lo que en
principio iba a ser un artículo dentro de la colección Claves de Filosofía en
una Lata de Galletas iba ya por 60 páginas y no tenía visos de que pudiese
terminarse antes de verano. Y cuando el verano terminó ya no teníamos un
artículo, sino un libro eterno, pues aunque ocupaba casi cien páginas, todavía
no tenía ni principio ni fin.
Y en ello ando.
He conseguido terminar ya con la síntesis comentada de las últimas medidas
energéticas del gobierno de Rajoy, pero todavía me quedan algunos hilos sueltos
sobre la formación de los grandes grupos eléctricos que se van a consolidar
durante el franquismo, y que darán lugar al actual oligopolio. De modo que
aunque lejos, ya empiezo a ver el final del túnel.
Esperaba tener
terminado el libro para cuando el blog llegase a las 100.000 visitas, pero lo
he abierto hoy y he visto que llegaba tarde.
Así que a ver si con un poco de suerte lo puedo tener terminado para el
20 de noviembre, cuando el blog cumpla cinco años, algo así como un especial
quinto aniversario…Veremos a ver.
Solo espero que
siga alguien por aquí para cuando lo termine.
Alguien continúa por aquí para cuando lo termines...pero ya ha pasado el tiempo y empiezo a preocuparme. A no ser que te hayan cortado el suministro y no tengas forma de conectarte, por favor, dinos para cuando...no nos tengas en ascuas!
ResponderEliminarMuchas gracias. Tener a alguien quejandose porque no cumplo los plazos le da a esto una pátina de importancia que me ilusiona sobremanera. ;-)
EliminarMe gustaría poder darle una fecha, pero hay dos variables que escapan de mi control: El tiempo del que dispongo y la complejidad de lo que estudio.
Escribo esto a ratos perdidos, revolviendo constantemente en los cajones del tiempo a ver de donde puedo sacar algo. Hay veces que no me da la vida para resolver los asuntos que le son propios, como para ponerme con el resto.
En cuanto a la complejidad del asunto...Es como una muñeca rusa, cuando piensas que ha llegado la última todavía hay otra más, y otra...A veces desespera, creame.
Me faltas dos capítulos: Uno que explique cómo se desarrolló el sector durante la consolidación de franquismo y otro que cuente su situación durante la transición. Una vez hecho eso, solo sería revisar que todas las piezas encajan y pulir un poco el estilo. Espero que no sea mucho.
Gracias por estar ahí, por la paciencia y por espolearme.
Otro que espera con impaciencia el alumbramiento. Saludos, Hunterinbells
ResponderEliminarEsta costando pero el fin está cerca. Muchas gracias por el interés.
EliminarUn humilde lector de noticias descubre ésta (¿en el día de hoy?). ¿Ya has terminado el libro?
ResponderEliminarBuenas
EliminarHe terminado la primera parte. La segunda todavía se me resiste. Es harto complicado y, la verdad, viendo la magra acogida que ha tenido la primera tampoco es que me sienta muy espoleado a invertir mucho tiempo en la tarea.
Le dejo el enlace por si quiere echarle un vistazo. Un cordial saludo y gracias por comentar.
http://unalatadegalletas.blogspot.com.es/2017/06/por-que-nos-cuesta-tan-cara-la-luz.html
Uno más que se suma al interés por estos temas de investigación (y de luz entre tanta oscuridad).
ResponderEliminarUno más que se suma al interés por estos temas de investigación (y de luz entre tanta oscuridad).
ResponderEliminarUno más que se suma al interés por estos temas de investigación (y de luz entre tanta oscuridad).
ResponderEliminarMuchas gracias por el entusiasmo. Bienvenido a bordo
EliminarOtru más. Comparto tu libro cada vez q sale el tema de la luz....no es q sirva de mucho, pero pasin a pasu...
ResponderEliminarMuchas gracias. En el aparece mi dirección de correo. Si me escribes te lo mando entero. Ya está terminado, pero no encuentro editor. Muchas gracias
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